Los sentidos como la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto resultan extremadamente importantes para percibir y poder disfrutar de la forma en que queramos al mundo que nos rodea. Los problemas sensoriales pueden tener una influencia permanente sobre la vida de la persona y las consecuencias no son sólo se centran en limitaciones físicas, sino psicológicas y sociales, las cuales muchas veces resultan mucho más perjudiciales para la vida.
LA VISIÓN
Es el sentido más importante porque nos orienta en el mundo. Para la persona adulta mayor, la disminución o perdida de la vista puede ser una consecuencia dramática del envejecimiento.
A partir de los 40 años comienza por lo general, a disminuir la agudeza visual y desde los 70 años es común tener la visión alterada, esta limitación se puede compensar con anteojos o operación de cataratas, entre otras medidas.
Factores de riesgo que se presentan para este órgano son la mala nutrición, demasiada exposición al sol, fumar, infecciones del ojo y enfermedades crónicas (presión alta y diabetes).
Algunas medidas que se deben tomar al respecto para el Autocuidado de la vista son:
- Consultar al oculista periódicamente.
- Evitar cambios bruscos de oscuridad a luz
- Iluminar adecuadamente la casa.
- No dejar cosas en medio del camino, mantener los pasadizos libres y los muebles bien distribuidos
- Mantenga sus lentes limpios y protegidos.
- Exprese lo que siente por la alteración de su vista, así los demás lo comprenderán y usted podrá adaptarse más rápido a los cambios.
- No se frote los ojos y lávese las manos antes de tocárselos.
- Evite que ramas, hojas, o hierba del jardín ingresen en sus ojos porque provocan irritación, si ello ocurriera, lave bien sus ojos con agua hervida fría por 15 minutos.
- Mire bien y verifique las cosas antes de utilizarlas
Para concluir, las personas cuidadoras deben prestar mucha atención a las quejas que la persona anciana les de sobre su visión, ya que tomarlo en cuenta a tiempo es lo mejor.
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